La adolescencia es una etapa complicada tanto para tu hijo como para ti. Muchas veces se producen cambios negativos en la relación padre – hijo que perfectamente pueden evitarse o corregirse, todo depende del grado de comprensión y la importancia que le des.Es en esta etapa en que nuestros hijos comienzan a salir del nido familiar y buscan relacionarse fuertemente con sus amistades, es ahí cuando surge el mayor temor y pesar de los padres: cuándo éstos comienzan a salir con más frecuencia de casa.
La principal regla que debes tener en consideración es llegar a una justa negociación, es decir, que ésta sea justa tanto para ti como para tu hijo. Y para que los permisos no se conviertan en un conflicto debes tener en cuenta lo siguiente:
Escucha la solicitud de tu hijo, plantea tu opinión y deja que éste te explique.
Debes tener en cuenta que negar los permisos para “proteger” a tus hijos no garantiza su seguridad. No es conveniente que crezcan en ambientes cerrados por temor, los jóvenes deben aprender a desenvolverse.
A la hora de otorgar el permiso, las condiciones acordadas deben ser cumplidas. Por otro lado, no lo llenes de instrucciones y reglas, no servirá de nada. Tienes que tener en cuenta que pedir permiso es una manera de parte de tu hijo de demostrar respeto hacia a ti y esto no lo debes perder.
via rinconmujer.com
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