martes

La competencia entre hermanos


Una de las primeras cosas que pensé cuando nos enteramos de que tendríamos un segundo hijo varón fue: "van a a ser los mejores amigos y van poder compartir todo". 
 
Nunca me imaginé que la competencia entre hermanos podría ser tan intensa. La mayor parte del tiempo mis hijos conviven armónicamente, pero cuando se trata de llamar la atención, la competencia puede ser feroz. No importa lo mucho que les reitere que los quiero de igual forma o que los dos son igualmente importantes para mí y mi marido, cada uno tiene su punto de vista al respecto.
 
Mi marido opina que los deje resolver sus diferencias entre ellos y les permita de esta forma establecer sus propias reglas. Según él, los varones tienden a ser más físicos y a solucionar sus diferencias de esa forma. Yo, como mujer, siempre intento lograr el equilibrio pacíficamente, lo cual es por momentos imposible. Mi hijo mayor se queja de que somos más estrictos con él y privilegiamos al menor, mientras que el menor reclama que no le damos las mismas libertades que a su hermano, tres años mayor que él. 
 
La verdad es que ningún niño es igual al otro, incluso cuando son hermanos. Por esta razón nos engañamos al pensar que como padres podemos ser imparciales. Es posible amar a nuestros hijos con la misma intensidad pero de forma diferente. Aceptar las diferencias es tener la mitad de la batalla ganada. 
Blog de Ser Padres

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