Cuando el bebé nace, aún no tiene los huesos del cráneo,de manera firme ni con una perfecta articulación.
Esto ayuda en el momento del parto, ya que hace más fácil la salida de us cabecita.
Con el paso de los meses las suturas van acumulando de manera gradual minerales y así los huesos del cráneo se van uniendo con firmeza.
Ese punto medio que es más blando, que es llamado comunmente “mollera”.
Durante el primer año de vida, el cráneo va creciendo y esta membrana llamada fontanela, permite que crezca sin riesgos.
El miedo a poder dañar al bebé existe en todos los padres, ya que nos parece que ese huequito es intocable y riesgoso.
Por el contrario de las creencias, la fontanela, da flexibilidad y fortaleza en el supuesto caso de que el bebé sufra una caida o golpe.
Este huequito se cierra entre los 12 y 18 meses de vida. En algunos casos puede ser antes.
Los controles pediatricos y medidas que se toman nos darán la pauta de como evoluciona el bebé, tanto en el tema referido como en su estado general.
El organismo es sabio y cuando el pediatra ve que demora más de lo habitual en cerrar, seguramente hará otros estudios, para descartar cualquier anomalía.
Para tener una guia de como es el aspecto normal, diremos que la cabeza, presenta una forma plana,aunque a veces se forma como un pequeño globo,sobre todo cuando el bebé llora mucho.
Si ponemos nuestra mano sobre la mollera, podremos sentir muchas veces los látidos del corazón.
Si vemos que la mollera esta muy sobresalida, en forma bombe, y notamos que nuestro bebé tiene somnolencia de más, fiebre, poco apetito, debemos de consultar al pediatra.
Otro de los sintomas que debemos de prestar atención, es cuando la mollera esta hundida y el bebé no orina,tiene diarrea sin motivo, puede estar deshidratado, por eso debemos de consultar al médico.
Si bien, los riesgos no son como estamos acostumbrados a escuchar, siempre ante alguna duda debemos de consultar de inmediato al pediatra.
fuente semujer.com
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